Todos somos soldados.

El tiempo es relativo. Hoy, caminando por el sendero que lleva a la colina de la consciencia, esto es, viviendo, he arribado al pasado y la causalidad, esa dama que se viste con sincronía magnética, me ha traído de la mano a un querido y amado artista, ni más ni menos que a Charles Chaplin, que ha venido disfrazado de gran dictador, para decirme al oído que somos soldados, los más poderosos, armados con el arma más poderosa que existe, la consciencia unida al amor.

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