Las nubes se alejan, la tormenta ha pasado, el horizonte se revela limpio y claro, la luz no tiene obstáculos que le impidan calentar la tierra y a los que en ella habitan y sueñan.
El futuro ha dejado de tener las barreras cerradas, cualquiera de nosotros puede adentrarse en él sin ser un desertor de su tiempo.
La libertad no nos deja más remedio que elegir lo que queremos ser, dónde queremos ir, qué debemos pensar, con quién nos debemos juntar, lo que debemos comer, lo que debemos vestir, con quién intimar, a quién vomitar, de quién reírse, a quién votar, por quién llorar…; y también podemos elegir libremente no elegir nada de lo anterior, o nada de nada…
La libertad de no elegir, gran libertad es esa que se muestra, en principio vacía, a simple vista desierta, pero mágicamente llena de espacio diáfano para construir la gran morada; un lugar paradisiaco que siempre podemos llevar con nosotros; un hogar a salvo de tempestades; un lugar seguro desde el que llevar las riendas.
Jejeje, gran reflexión filosófica, como decía Heidegger (no sé si lo escribí bien) la no elección es una elección.Un beso 🙂
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Gracias Mala, que buena eres.¿Qué hubiera sido de mí sin la filosofía?… «¿Ande andaría?» -jejeje.Un abrazo elijo darte, buena lua.
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la libertad- que dulce ilusión!Ricardo Reis (uno de los heterónimos de Fernando Pessoa:»uma só liberdade nos concedem os deuses: submetermo-nos livremente à sua vontade.»- Condenados a ser livres! Viva a liberdade ou o sentimento de ser livre (mesmo que inelutavelmente determinado, como as pedras).
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«La libertad no nos deja más remedio que elegir lo que queremos ser..»Que dificil elección. Pero no conozco la libertad de no elegir, ya que si eliges no elegir, también eliges. Lo dificil no es elegir lo correcto, lo bueno, lo malo, lo dificil es tomar decisiones. O tomar la decison de no elegir… Y si nunca vamos a estar satisfechos con nuestras elecciones?Vaya, que tu texto da que pensar..saludos
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