Krishnamurti: la Naturaleza de la mente.

Krishnamurti nació en la India en 1895 y murió en 1986. A los 13 años lo tomó bajo su protección la Sociedad Teosófica, le consideraba que él era el vehículo para el «instructor del mundo», cuyo advenimiento habían estado proclamando. Krishnamurti. Emergió como un maestro inflexible e inclasificable. Sus pláticas y escritos no tenían conexión con ninguna religión específica y no pertenecían ni a Occidente ni a Oriente, sino que eran para todo el mundo. Repudiando firmemente la imagen mesiánica, en 1929 disuelve de forma tajante la vasta y caudalosa organización que se había construido en torno a él y declaró que la verdad era una tierra sin senderos a la cual resulta imposible aproximarse mediante ninguna religión filosófica o secta convencional. Por el resto de su vida rechazó insistentemente la condición de gurú que otros trataban de imponerle y negando él mismo su autoridad, no queriendo discípulos y hablando siempre como un individuo habla a otro. El núcleo de sus enseñanzas estaba la comprensión de que los cambios fundamentales de la sociedad podían tener lugar sólo con la transformación de la conciencia individual: acentuaba constantemente la necesidad del conocimiento propio y la captación de las influencias restrictivas y separatistas originadas en los condicionamientos religiosos y nacionalistas.

http://video.google.com/googleplayer.swf?docid=-933205526221643254&hl=es&fs=true

Un comentario en “Krishnamurti: la Naturaleza de la mente.”

  1. Jiddu Krishnamurti y Doris Pratt."Recuerdo un entrevista con Krishnaji en la que le dije que quería discutir mi problema. El problema era que quería dejar de fumar. Me dijo: "Señora Pratt, me ha hablado usted de su problema, pero, en realidad, las cuestiones son cuatro. El hecho es que usted fuma, y a él se une, en primer lugar, la falacia de que fuma y le gusta. La segunda falacia es que desearía no fumar; y de ella surge a continuación el ideal: usted desería ser ese ideal, alguien que no hubiera fumado nunca. Y por último, existe el vacío interior que le hace a uno fumar, volcarse en el sexo, o cualquier otra cosa". De modo que había un conflicto entre el hecho y el vacío, y en medio de él estaba la falacia, el mito. Un momento después añadió: "¡Cielo santo, el mito al que yo en un tiempo me aferré! Creí que había de ser el Maestro del mundo, cuando en realidad era un joven común, y quería hacer todo lo que un joven quiere hacer: enamorarse, montar en motocicleta, hacer carreras… En aquel tiempo era simplemente un joven. Y me debatí entre el mito y el hecho".Doris Pratt, organizadora de las charlas de Krishnamurti, Londres.Krishnamurti 100 años de sabiduría, Evelyne Balu.http://seaunaluzparaustedmismo.blogspot.com/

    Me gusta

Deja un comentario